A veces ese sentimiento que llamamos amor, que tanto nos llena, nos duele, nos hace crecer como personas muere o tan solo se convierte en algo imposible.
Me han pedido que escriba sobre ello y ahí va mi reflexión:
Es común que de pequeños nos lean cuentos de princesas en los que su final feliz se traduce en la llegada de un apuesto príncipe que hará que nuestra vida cambie, aquí ya empezamos mal, permitir que os lo diga y con esto no quiero destrozaros la vida: los príncipes y las princesas perfectas no existen, azules o verdes nadie es perfecto y las relaciones de pareja tampoco lo son.
Es duro darse cuenta de esto, estaréis pensando que no he descubierto un nuevo continente, cierto, pero creedme hay quien aun no sabe esto y darse cuenta de ello produce mucho dolor, sin embargo teniendo esto en cuenta creo podremos disfrutar más y mejor de una relación, imposible o no, podremos gozarla.
No se que clase de química lleva a dos personas a sentir ese cúmulo de sensaciones que nos ruboriza, acelera el pulso, dilata nuestras pupilas y nos hace creer invencibles, cuantas veces creemos encontrar a nuestra pareja y luego la química se apaga , las circunstancias nos alejan , la inmadurez lo debilita… pero no importa , no por que a través de esa experiencia hemos crecido y nos ha permitido conocernos.
Por eso los amores imposibles nunca serán imposibles, durante un tiempo fueron amor y fueron posibles, mientras lo fueron nos hicieron temblar, sentir, llorar, disfrutar, vivir, durante un tiempo pensamos que envejeceríamos al lado de esa persona.
Por eso queridos príncipes y princesas, disfrutar de los amores imposibles e imperfectos por que seguro serán un buen viaje.
